martes, 3 de agosto de 2010
Amamantar un secreto entre dos por Berenice Alvarado
LAS CLAVES Y LOS MIEDOS
Entiendo la angustia de muchas mamás que me llaman diciendo “Se me está yendo la leche”. Seguramente nadie les advirtió que eso ocurre cuando dan complemento. Aunque intentan extraerse leche con el sacaleches para estimular, éste no es tan eficiente como la boquita del bebé.
Las mamás tienen razón cuando, siguiendo su instinto, quieren dar “sólo teta”, pues la naturaleza nos dotó a todas las mamíferas para poder amamantar, y en nuestro cuerpo está todo lo que necesitan nuestros bebés: alimento, defensas, amor, contención.
La buena noticia es que muchas madres han logrado sustituir por completo la mamadera y volver a la lactancia exclusiva. No hay muchos secretos: cuanto más amamantes, más leche tendrás. Las nodrizas permanecían por años amamantando a uno o varios bebés, porque de esa forma siempre estaban estimulando el pecho.
La glándula mamaria trabaja por estímulo. Cuanto más dejes que tu bebé tome, más producirá, hasta que se establezca nuevamente una producción abundante de leche. Así como fue aumentando la ingesta de leche de fórmula y las tomas de pecho se espaciaron, ahora habrá desandar el camino: disminuir las tomas de complemento y ofrecer más seguido el pecho.
Para que la lactancia funcione, es recomendable:
- No utilizar chupete ni mamadera. Toda la succión que realice tu bebé que sea al pecho. Así te estimulará para que produzcas más. Si estás dando complemento, intentá dárselo con gotero, cuchara, jeringa o vasito, de modo tal de evitar que incorpore un patrón de succión equivocado.
- Dar el pecho a libre demanda. Eso quiere decir guardar el reloj y ofrecer el pecho muchas veces durante el día y la noche, sin horarios.
- El llanto es una señal tardía de hambre. Podés observar signos previos, como chuparse las manitas, voltear la cabeza de un lado al otro; hacer ruiditos con la boca, mover los ojos mientras está semidormido. Estas son señales oportunas para ofrecer el pecho.
- Que estén tranquilos mamá y bebé. Si tu bebé está desesperado de hambre, puede rechazarte. Y si la mamá no confía en que puede amamantar, la adrenalina hará que su leche no fluya. Recuperen la calma.
- Contacto piel con piel. El olor y el tacto harán que a tu bebé "se le antoje" prenderse y eso al mismo tiempo elevará tu producción. Estén juntos todo el tiempo. Usá una quepina o portabebé para promover el apego.
Hay mucha información al respecto, pero se necesita mucho apoyo para amamantar y quizá reunirte con madres que desean amamantar, te dará la confianza que necesitás.
Los grupos de apoyo de la Liga de La Leche los encontrarás en nuestro sitio:
http://www.ligadelaleche.org.ar/grupo.html
Con paciencia, información y apoyo todas las mamás pueden amamantar.
Berenice Alvarado
Líder de La Liga de la Leche , Grupo Villa Crespo.
monbers@yahoo.com
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