El canto es, además de la posibilidad de manifestarse, un lugar para el encuentro con el cuerpo y con lo más profundo de cada uno, un espacio para uno mismo dentro de la vorágine de la vida cotidiana. Es una disciplina que combina lo físico, lo artístico y lo más profundamente espiritual, razón por la que se convierte en una búsqueda que provoca un enorme crecimiento personal.
Por Clara Carrillo
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